Fraudes financieros: A río revuelto, ganancia de pescadores

Buenas,

Los fraudes con trasfondo financiero suelen ser tradicionales en los mercados sajones (fijaos la que se está cociendo con los impuestos en EEUU, o recordad lo que significan los pump and dump), quizás por la combinación de dos factores: el primero es que la tasa de penetración es mucho mayor (los usuarios sajones suelen estar muy involucrados en inversiones y finanzas personales) y la segunda es que el número de posibles víctimas es también mayor, al ser habitualmente mayor el volumen de usuarios que tienen acceso a Red y correo.

Hoy traigo a portada un caso genuinamente dirigido al público hispanoparlante, en el que se ofrecen servicios financieros por parte de un presunto broker independiente. El título del post hace referencia a que, cuando existen oportunidades, siempre hay alguien que las quiere aprovechar, y no siempre con buenas intenciones.

El mensaje de correo es el siguiente:

Ante este mensaje, siempre cabe pensar que quizás se trate de alguien con buenas intenciones, y que quiere sacarse un dinerillo ayudándonos a invertir. A mi me váis a permitir que, a estas alturas de la vida, sea mal pensado, y tienda a pensar que nada bueno puede venir de un mensaje de spam, especialmente si el trasfondo del asunto es el dinero que tengo en mis cuentas.

No tengo evidencias del patrón de actuación de este individuo, porque tampoco me he molestado en seguirle el rollo al emisor del mensaje, pero sinceramente, me quedan pocas dudas de que este tipo de acción, que ya he visto en otros mercados y segmentos, es la de siempre. A lo largo de los años he visto al menos tres modalidades en este tipo de fraude:

a) En la primera, el estafador reclama una provisión de fondos para poder empezar a suministrar información al usuario que quiere invertir. Esta provisión se transfiere al atacante, y a partir de aquí, nunca más se supo nada del estafador. He visto variantes donde, tras recibir el pago, se envía al estafado información falsa, vaga o incompleta, que no aporta utilidad a un potencial inversor, con la finalidad de demorar posibles denuncias. Cuando el estafado estudia la información y reclama, sólo encuentra una cortina de humo. Sus euros han volado.

b) Otro modus operandi más agresivo se basa en solicitar directamente a la víctima dinero para invertir. Hay gente que pone su dinero en mano del primero que pase, creedme. Imaginaos lo que puede hacer un desconocido cuando recibe 500, 1000 o n euros de vuestro bolsillo.

c) El modo más elaborado es mixto. La víctima solicita información, y el atacante le proporciona datos elaborados, que aparentemente son fiables. Aconseja posiciones a la víctima, y ésta las sigue. Una vez obtenidos resultados positivos, se crea un vínculo de confianza, y entramos en el escenario b). Tras depositar una cantidad en manos del atacante, habitualmente elevada, la víctima se queda sin dinero. Otras modalidades son de confianza creciente, es decir, se repite el consejo, se repite el éxito y se crea aún más confianza. Cuando la víctima se fía plenamente del atacante, tras una serie de rondas de acercamiento, se produce por parte del atacante el ofrecimiento de ¿Y si yo inviertiera por Usted? Una vez que el dinero abandone nuestra cuenta, no lo volveremos a ver.

Como bien sabemos, la economía mundial está en una etapa complicada, con fuertes vaivenes bursátiles que todos hemos visto y observado recientemente. Como dice el título, cuando las cosas se mueven y hay incertidumbre, siempre entran en escena personas que aprovechan la coyuntura, y no siempre traen buenas intenciones.

Cuidado con este tipo de servicios. A todos los que deseéis invertir en posiciones de cualquier tipo, os aconsejo hagáis caso omiso a este tipo de mensajes, y que recurráis a servicios financieros consolidados y fiables, como los que os puede proporcionar vuestra entidad bancaria o gestora de confianza.

Un saludo, y buena semana para todos,