El spam sigue siendo una amenaza que le interesa poco a la gente. Yo creo que finalmente se ha asumido como algo normal, pero sin embargo, la gente no termina de entender que el spam es algo más que minar el buzón de porquería publicitaria. A esto contribuye especialmente la antigüedad del problema, y si no, mírese lo que le está pasando al phishing: cuando era novedoso, copaba titulares. Hoy en día, la gente asume que es normal, y no se le presta apenas atención, en lo que a reflejo en los medios se refiere.
Yo seguiré dando guerra con este tema, y no me cansaré de decir que se está menospreciando esta amenaza. Puede que algún día me aburra de hablar de este problema, no lo descarto, pero de momento, seguiré hablando de él. La cantidad de dinero que mueve este tipo de engaños es brutal, ya que aquí no estamos ya jugando con las cuentas bancarias de los desalmados que han sido troyanizados, sino que estamos hablando de operativa en bolsa, con movimientos dinenarios absolutamente astronómicos, protagonizado por crimen organizado que es capaz de adulterar cotizaciones en mercados volátiles. Eso por no hablar de los miles y miles de inversores que han perdido dinero como consecuencia colateral del inflado de cotizaciones vía spam.
El spam orientado a mercados de valores tiene mucha más trascedencia de la que podamos pensar. Y si no, mirad este ejemplo, que muestra la cotización de la empresa Aerofoam Metals INC, una empresa real como la vida misma, y cuyo ticker y evolución bursátil se puede comprobar en cualquer sitio de trading.
http://www.sunbelt-software.com/ihs/alex/yaho10000123999.PNG
Absolutamente temerario. Y todo provocado por correos de este tipo
