Me comentaba ayer un lector, que ha preferido permanecer en el anonimato, que está indignado con un servicio público que, como viene siendo habitual, está mal hecho y por tanto, no aporta el debido valor añadido a los cuidadanos, ciudadanos que tristemente somos los que pagamos esos proyectos. Nada nuevo bajo el sol, sobre todo después del esperpento vivido recientemente con el portal para la gente dabuten que nuestro Ministerio del Silencio (por eso de que no se oye nunca nada de ellos, ni de su actividad, ni se oye nada de acerca de las promesas electorales hechas sobre vivienda y cuyo cumplimiento está más verde que el traje de un soldado), puso a disposición de la ciudadanía española.
Esta vez la violación de los principios mínimos de accesibilidad, que deberían ser obligatorios en TODOS los servicios telemáticos que tengan lo más mínimo que ver con el Estado, está protagonizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), violación materializada y perpetrada través de un formulario online para que los empresarios puedan cumplimentar la encuesta de adaptación a la nueva clasificación de Actividades Económicas del Directorio Central de Empresas (DIRCE), una base de datos empresarial con fines estadísticos en las que se ofecen datos sobre la empresa española: número de empleados, sectores de actividad, comunidad autónoma, etc. La definición oficial del DIRCE es la que ofrece el INE:
El Directorio Central de Empresas (DIRCE) reúne en un sistema de información único, a todas las empresas españolas y a sus unidades locales ubicadas en el territorio nacional. Su objetivo básico es hacer posible la realización de encuestas económicas por muestreo. Se actualiza una vez al año, generándose un nuevo sistema de información a 1 de enero de cada período.
Se publica una explotación estadística de los resultados para empresas y unidades locales, desglosados por comunidades autónomas según condición jurídica, actividad económica principal y estrato de asalariados asignado. El DIRCE genera información asociada a la demografía de empresas: altas, permanencias y bajas, clasificadas estas según sector económico, condición jurídica y estrato de asalariados.
El caso es que si quieres rellenar tu encuesta DIRCE, siguiendo las instrucciones que se reciben por carta a tal efecto, tachánnnnnnnnnn: Ha intentado acceder a esta Web con un explorador no válido. Por el momento sólo es posible cumplimentar esta encuesta utilizando Microsoft Internet Explorer 5.0 o superior.
¿Tendrá algo que ver que el DIRCE corra sobre un Internet Information Services?. IIS detectado tras ver el mensaje que aparece en http://www.cuestionet.com, raíz de dominio en la que nadie se ha molestado en explicarle a la gente qué hacer si se quiere rellenar la estadística sin estar en posesión de ese navegador.
Por cierto, el dominio cuestionet.com es, a efectos de whois, propiedadad de Dephimatica S.A.L, sociedad ubicada en la Calle Sagasta 33, en Madrid. Se da la curiosa coincidencia de que en Sagasta 22, a escasos metros de esta empresa, estaba ubicada hasta poco la Agencia Española de Protección de Datos, una institución seria que sabe lo importante que es huir de portales que sólo atienden a ciudadanos con Internet Explorer.
Tan próximos, y tan distintos.
Si ésta, y otras Webs, sólo funcionan con Internet Explorer, y yo no uso Internet Explorer, entonces creo que estoy en mi derecho a que me descuenten en mi declaración de la renta la parte correspondiente a la aportación por el desarrollo de estos «servicios telemáticos».
Creo que no es justo obligarme a pagar por algo que no puedo, ni podré, usar nunca. La única solución es que aprendar a utilizar los estándares del W3C para desarrollar aplicaciones Web universales.
Lamentable, sin duda, pero no acaba la cosa en lo de Internet Explorer. La mayoría de los servicios para empresas ofrecidos por la AEAT o del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales emplean puertos no estándar y manejan mal los certificados. De acceder con otra cosa que no sea IE ni hablamos.
Lo sufro a diario. Las administraciones públicas dan por supuesto que las empresas nos conectamos a sus páginas en directa, con productos Microsoft y sin proxies ni firewalls de por medio. Sin embargo, amigo mío, son las administraciones públicas (y quien manda, manda).
Un ejemplo: http://www.oepm.es/internet/bases_datos/bdsitad.htm. Ésta es muy educada: nos piden amablemente que habilitemos la salida por puerto 82 en el firewall, y que no utilicemos los botones Atrás y Adelante del navegador.
Conozco otra más sangrante: te piden que subas un fichero a una web, y de hecho se abre la típica ventanita para seleccionar el directorio de origen. Todo funciona perfectamente, a condición de que copies el fichero en un disquete y lo pongas en A: ¡Olé mis niños! Cuando llamas para quejarte, un funcionario de mal humor te trata como si fueses un ignorante. Después de todo, copiar ficheros desde disco duro a un disquete para después subirlos a una web es lo más normal del mundo.