Hola,
Si alguien me pregunta si los patrocinios son malos, de entrada quizás respondería que no lo son. Y daría esa respuesta porque para que alguien patrocine algo, tiene que haber acuerdo entre dos partes: el patrocinador ofrece y el patrocinado acepta, siendo el habitual reparto de la tajada dinero y/o servicios para el patrocinado y publicidad para el patrocinador. Existiendo acuerdo entre partes, no debería haber mayor problema. Yo mismo soy un caso viviente de algo parecido a un patrocinio, ya que los servicios de hospedaje de este blog pues corren a cuenta de un proveedor, que a cambio obtiene un banner publicitario sin coste alguno.
Cuando existe acuerdo entre partes, en ausencia de relaciones comerciales forzadas, y cuando existe claridad (ambas partes reconocen abiertamente cómo se articula y cuál es el alcance del patrocinio) los patrocinos son sanos, necesarios y son una práctica extendida y habitual del mercado publicitario y de los negocios en general. Los puristas pueden patalear, protestar y montar campaña en contra de estas prácticas, y en su derecho están, pero si la relación es limpia, teóricamente, no debería estar provocándose daño alguno a nadie. Siempre habrá que ver dónde está el límite y qué es razonable y qué es disparatado antes de entrar en valoraciones: que, por ejemplo, una marca de tabaco patrocine un concurso de pintura para enfermos de cáncer de pulmón, pues obviamente, puede ser hiriente. Nadie discute esas cosas.
El último caso sonado de patrocinio lo tenemos en la dupla Microsoft-Apache Software Foundation, de la que se hacen eco muchísimos medios. Ni es el único ni será el último caso de patrocinio extraño, entendido éste como aquel que a bote pronto percibimos como poco habitual, donde una empresa de un ramo patrocina a una entidad de su teórica competencia. Recuerdo otros casos, por ejemplo aquel donde el gigante de Redmond patrocinó a Linux Today comprando espacio publicitario, lo que lógicamente causó bastante revuelo. Son situaciones que se van a dar siempre, y donde todos salen ganando: el patrocinado obtendrá dinero/servicios, y al patrocinador, fama. ¿Cuántos sitios han hablado hoy de que Microsoft patrocinará Apache?. Ese boca-oreja no tiene precio, y bien vale los 100.000 dólares que cuesta, anualmente, ser un patrocinador Platinum de la ASF.
Y como no podía ser de otro modo, y aquí si que voy a ser mucho menos tolerante, también existen los patrocinados underground, aquellos a los que se les unta el bolsillo y/o se les regala el gaznate con opíparas cenas y bebercios, para que hablen u opinen en una dirección determinada, pero que después tienen la desfachatez de ir de neutrales por la vida. Pero no perdamos el tiempo hablando de estos indeseables :)
Un saludo,