Buenas,
Cuando uno está permanentemente rodeado de noticias técnicas en la que cada cual cuenta su historia a su manera (me incluyo en este apartado), copypastes repetitivos e inconexos y otras prebendas poco enriquecedoras (también me incluyo en este apartado, aunque espero que sólo ocasionalmente), se torna especialmente agradable la lectura de un ensayo como Malware to crimeware: how far have they gone, and how do we catch up?
El texto es de David Dittrich, un profesor del laboratorio de física aplicada de la Universidad de Washington, que ha sabido condensar en apenas diez páginas un resumen de la progresiva transformación del malware en crimeware como consecuencia de la creciente profesionalización de los amigos de lo ajeno y sus modelos de negocio.
Especialmente demoledora, al menos para mí, es la conclusión perhaps a more sophisticated and aggressive approach to combating cyber-crime is needed. Una frase contundente que probablemente resuma con acierto lo que está pasando, porque yo desde luego que no tengo la sensación de que la aproximación actual de la lucha contra los delitos tecnológicos sea ni sofisticada ni agresiva.
No puede serlo mientras trimestre a trimestre los números de delitos y el importe de los quebrantos sigan creciendo exponencialmente en vez de estabilizarse, o incluso bajar. Quizás esto se deba a que son muchos los que limitan su responsabilidad a tratar de verlas venir, y a entender la prevención como un puro ejercicio de reacción. Tampoco ayudan la heterogeneidad de la legislación, los movimientos internacionales y que como consecuencia de la depresión económica que nos ha tocado vivir, las inversiones en seguridad se hayan frenado en seco.
Un saludo,