¿Y si las Jefaturas Provinciales de Tráfico fueran modernas?

Si las Jefaturas Provinciales de Tráfico fueran modernas, mejoraría la calidad de vida del ciudadano. De eso no cabe duda.

En mi modesta opinión, al menos en lo referente al tema sanciones, no están modernizados. Al menos la Jefatura Provincial de Málaga, que imagino que estará en una situación similar a las restantes. Si eres un afortunado que no sufre este tipo de despropósitos por tener una administración eficiente en estas materias, coméntalo.

¿Y por qué digo esto? Muy fácil. Hoy he ido a Correos a poner un giro postal a favor de la Jefatura Provincial, y es que este servidor fue hallado culpable de cometer un exceso de velocidad en noviembre de 2005. Un rádar móvil que me echa una fotito a 107 km/h cuando el disco de limitación era de 80 km/h. Legalmente, culpable a todas luces. Las cosas de ir con prisa a una cita importante. La sanción recibida, para curiosos, es de 140 euros.

No me voy a quejar de la multa, que insisto, Ley en mano me la merezco. De lo que sí me quejo abiertamente es que me parece ridículo y espantoso que en pleno siglo XXI las dos únicas maneras de abonar la sanción sean el método «pierda la mañana en la Jefatura aguantando la cola en ventanilla» o bien el rudimentario método de pagos que revolucionó los pagos telemáticos en el ya pasado siglo XX, el giro postal.

¿Por qué no tiene la DGT y sus Jefaturas Provinciales un sistema online de pagos y consultas? Me hubiera encantado recibir en esa carta certificada con la que te anuncian que tienes que pasar por caja un usuario y una contraseña que me diera pie a cosas tan elementales como ver, por ejemplo, la fecha en la que recogí ese certificado (útil para calcular los plazos que te dan), las fechas exactas en las que vencen los períodos de alegaciones y de pago, y algo tan sencillo como una calculadora que me anuncie la cantidad que debo pagar si se me aplica el 30% de descuento por pago temprano. También serían útiles enlaces a la legislación aplicable, para consultar las bases legales con un sólo click y no teniendo que Googlear (con el riesgo de topar con una fuente incorrecta) o gastarme dinero en un abogado.

Y es que claro, tú y yo probablemente entendamos que si por ejemplo hemos recogido un certificado el 27 de marzo, qué días expira nuestro período de 15 días hábiles para alegaciones y el de 30 días naturales para el pago. Y sabemos calcular el 30% de un importe. Pero no todo el mundo sabe. No todo el mundo sabe distinguir los días hábiles de los naturales, y no todo el mundo sabe calcular un porcentaje. Hablamos de tráfico, donde el perfil de usuarios es muy variopinto, y este tipo de notificaciones automáticas las recibimos todos por igual, seamos conductores de turismos, tractoristas que han pisado la raya continua o agricultores sorprendidos sin casco montados en una ruidosa Puig Condor a todo trapo por el pueblo. Y personas sin la capacidad de calcular porcentajes las hay en la ciudad conduciendo turismos y en el campo subidos en una moto. Y en ausencia de un sistema telemático informativo que haga los cálculos de calendario y costes, por Dios, pongan esos datos en las notificaciones. Hagan ese cálculo para el ciudadano, que no cuesta tanto.

Por supuesto, una pasarela de pago por tarjeta de crédito sería idónea, para no tener que ir a Correos a perder la tarde, la cual prefiero invertirla en tomar un café en Puerto Marina, en ver una película o en hacer anotaciones en el blog. O en tirarme a la bartola llegado el caso, oiga.

Más de uno podría pensar que no pasa nada, ante dudas sobre pagar el 100% de la sanción o calcular el 70% para beneficiarnos del pronto pago, lo suyo es pagar el 100% y si somos merecedores de la rebaja, recibir cómodamente un giro de vuelta con la diferencia. Pues no, mardito roedoreeee, no os hagáis ilusiones. Tráfico NO devuelve dinero, si ingresas de más, allá tú. Lo que entra no sale. Y si metes de menos, te anulan el giro y claro, tu intención de pago se va a tomar viento, por no decir otro sitio. ¿No es esto ridículo?

Lo del socio de cobros de Tráfico, Correos, es igualmente ridículo. Una vez en la oficina para hacer el giro de marras, he pedido una calculadora para una vez más verificar que descontando un 30% a los 140 euros el pago resultante es de 98 euros. También he pedido un calendario para una vez más asegurarme de que estaba en plazos. La respuesta tecnológica del empleado ha sido darme una calculadora conversora de euros y pesetas de estas que regalaban los instaladores de persianas y diversos fabricantes de magdalenas a modo de publicidad navideña cuando entró en vigor el Euro, y del calendario, olvidarme, no tienen y él (el funcionario de turno) no tiene por qué contar los días el calendario de su ordenador. Ya que les gusta tanto el papel, podrían poner algunos calendarios de bolsillo en el mostrador, leches.

¿Es así como entiende la Administración un sistema de gestión de pagos moderno? ¿Es esto lo que entienden por implantación y consolidación de la Administración Electrónica? ¿Vivo en España o en una República Bananera?