Interesante debate el abierto por las declaraciones de Ian Murdock (fundador del proyecto Debian). En ellas, Murdock declara que la popularidad de Ubuntu Linux es perjudicial para Debian, y donde se queja de las divergencias existentes entre el proyecto Debian y el proyecto Ubuntu, tal y como cito a continuación:
If anything, Ubuntu’s popularity is a net negative for Debian»
«It’s diverged so far from Sarge that packages built for Ubuntu often don’t work on Sarge. And given the momentum behind Ubuntu, more and more packages are being built like this. The result is a potential compatibility nightmare.»
En Barrapunto comentan los pros y contras de la popularidad de Ubuntu. Yo, con el máximo respeto a la comunidad debianita, me voy a permitir el lujo de pensar que las declaraciones de Ian Murdock son producto de la envidia, en el sentido de que Ubuntu ha calado en los usuarios como Debian jamás ha hecho, y en un plazo de tiempo muy muy inferior al proyecto de la espiral.
Debian ha sido siempre una distribución respetada (lo sigue siendo) por su seguridad y su complejidad, no apta para novatos. La aparición de una distribución basada en Debian que se configura con 4 clicks ha hecho tambalearse un poco la leyenda de «Debian la inalcanzable» en el sentido de que la poderosa distribución ya no es un imposible para los usuarios Linux, y buena culpa de esto la tiene Ubuntu Linux.
Ubuntu te pone en bandeja administrar una Debian con 4 golpes de ratón. Está claro que no es la misma distribución, ni se obtienen los mismos resultados con una y otra, pero es obvio que la leyenda Debian pierde enteros según aumenta la popularidad de Ubuntu.
Para gustos colores. Yo sigo feliz con Ubuntu y las pruebas que le realizo, si bien mi escritorio doméstico fue, es y será NetBSD ;)
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